Esta cirugía consiste en la elevación de las cejas que por diferentes motivos pueden estar descendidas (envejecimiento, patologías congénitas, entre otras) haciendo unas pequeñas incisiones por debajo del cuero cabelludo para evitar dejar cicatrices visibles y permitiendo una tracción adecuada. Este procedimiento rejuvenece la mirada.
Es una cirugía ambulatoria que puede realizarse con sedación, a cargo de especialista en anestesiología, y no requiere hospitalización. Requiere un reposo relativo de tres a cinco días, y el resultado puede verse de inmediato, pero la inflamación postquirúrgica no permite ver los resultados definitivos hasta pasado el primer mes desde que se realizó la cirugía, aunque los tiempos pueden variar en cada paciente. Es frecuentemente asociada a otras cirugías faciales (como por ejemplo, lifting facial, o blefaroplastia) y en ese caso los tiempos de recuperación serán mayores.