La mentoplastia es la modificación de la zona de la barbilla o mentón, mediante un procedimiento quirúrgico. Puede realizarse utilizando implantes de silicona, o remodelando el propio hueso mandibular del paciente. Su objetivo es mejorar la proporción del mentón en el perfil facial. Las incisiones pueden realizarse dentro de la boca, evitando dejar cicatrices visibles, o por debajo del mentón en una zona que es muy poco visible.
Es una cirugía ambulatoria que puede realizarse con sedación, a cargo de especialista en anestesiología, y no requiere hospitalización. Requiere un reposo relativo de cinco días a siete días, y el resultado puede verse de inmediato, pero la inflamación postquirúrgica no permite ver los resultados definitivos hasta pasados de tres a seis meses desde que se realizó la cirugía, aunque los tiempos pueden variar en cada paciente.