Es el segundo cáncer de piel en frecuencia de aparición. Puede desarrollarse sobre piel, mucosas o semimucosas de labio, boca, lengua, genitales y canal anal. Sin tratamiento este tumor puede invadir en profundidad, dar metástasis y llevar a la muerte.
La exposición crónica a la RUV causa la mayoría de los carcinomas espinocelulares. Esta es la razón por la cual aparecen en las zonas expuestas de la piel como la cara, pabellones auriculares, cuello, cuero cabelludo principalmente en calvos, dorso de manos, hombros, brazos, pecho y espalda.
Factores de riesgo:
- Piel clara y ojos claros.
- Exposición crónica a RUV naturales o artificiales (camas solares).
- Antecedente de quemaduras sol.
- Localización geográfica con mayor intensidad de RUV.
- Disminución de la capa de ozono.
- Inmunodepresión.
- Genodermatosis. (enfermedades hereditarias que predisponen al cáncer de piel)
- Exposición al arsénico. (ingesta de agua con niveles elevados de arsénico)
- Exposición a radiaciones.
- Ulceras crónicas y cicatrices viejas.
- Dermatosis inflamatorias crónicas.
- Presencia de dermatosis precancerosas como las queratosis actínicas, leucoplasia o queilitis actínicas.
Los signos clínicos que deben llamar la atención son:
- Cicatriz áspera, costrosa y sangrante, que no cura.
- Elevación circunscripta que aumenta de tamaño rápidamente
- Crecimientos de piel similares a verrugas de superficie rugosa.
- Herida abierta que no cura.
Tratamiento:
El tratamiento de elección para todos los carcinomas espinocelulares es la cirugía convencional o la cirugía micrográfica de Mohs. Cuando no sea posible la cirugía, por comorbilidad o tumores irresecables, se podrá emplear la radioterapia.